MUSEO PABLO GARGALLO - Plaza San Felipe, 3
ANTONI GARCÍA LAMOLLA – Barcelona (España) 1910 + Dreux (Francia) 1981
“Espejo de una época”
21-Junio a 16-Octubre 2011
El autor: aunque nació en Barcelona debido a la profesión de su padre (ferroviario) la familia hubo de trasladarse continuamente de domicilio; en 1924 se instalan en Lérida donde se inicia como pintor y dibujante. Pronto entabla amistad con Leandre Cristofol con quien comparte conocimientos. Forma parte de grupos artísticos y colabora en revistas, comienza a interesarse por el surrealismo. En sus orígenes su obra aborda sobre todo los paisajes urbanos y los retratos en dibujo. Sin embargo, hacia 1932 comienza un cambio radical en su pintura, introduciendo el surrealismo y una interiorización que lo conduce al onirismo. A lo largo de 1934 realiza una serie de dibujos que permiten una aproximación a las pinturas que realizará posteriormente. Son obras que combinan notas abstractas con motivos figurativos. Más adelante, el mismo método sería utilizado en pinturas en las que sobre un fondo sinuoso de tonalidades azuladas, aparecen figuras interrelacionadas con formas también sinuosas, todas con un onirismo patente. Ha de exiliarse durante la Guerra Civil y se establece en Dreux (Francia). En esta época su obra es postimpresionista casi rayando en el expresionismo. Después de la guerra experimentó un tipo de pintura gestual, que heredaba los presupuestos automáticos e irracionales del surrealismo. En esta línea siguió trabajando durante los años sesenta. A mediados de los setenta volvió a recuperar el onirismo aunque recurriendo a la nueva técnica del acrílico. Quedaba así cerrado un ciclo cuyo eje había sido el surrealismo y gracias al cual el pintor ocupa una relevante posición en el contexto español del siglo XX.
Mi opinión: la exposición es muy interesante, está dividida en tres ámbitos diferentes, el 1º consta de retratos y paisajes de su época en la revista Art de Lérida. El 2ª recoge los cuadros influenciados por Miró y Dalí, en el 3º pueden verse las obras realizadas en el exilio del que es uno de sus principales ilustradores. También hay en la muestra esculturas de Enric Crous, algo de Viola, de Cristofol y pinturas de Maurice Vlaminck. El trabajo del artista es limpio y claro, muy atractivo para la vista y el entendimiento. Calificación: 8,5.
